¡Qué momento más especial!
Ayer para mí fue uno de esos momentos emocionantes y especiales que no se olvidan, de esos que te marcan.
Gracias Labordeta. Gracias por haber permitido conocerte, por enseñarme tanto y por compartir conmigo tantos momentos especiales. Recuerdo por ejemplo la tramitación de la derogación del Trasvase del Ebro, las negociaciones de presupuestos, cuando me nombraste en el Pleno, cuándo yo te defendía ante los insultos de los del PP, esos cafes, cenas, momentos del AVE, ... Por eso y muchas cosas más, Muy Bien por ese merecido homenaje José Antonio Labordeta, el abuelo de todos, por ese acto tan lleno de cariño, ternura, amistad, sentimiento y como no, muy “rojo”.
Labordeta es una de esas personas a las que me encanta haber conocido. Me siento emocionada, a la vez que orgullosa, de haber podido compartir con él tantos momentos chulos, importantes, tantas conversaciones interesantes, tantos momentos divertidos cuando me contaba sus experiencias y vivencias alucinantes, … y además siempre con mucho cariño, simpatía, gracia sencillez e inteligencia “roja”.
Estar ayer en el Teatro Principal de Zaragoza, junto a amigos y compañeros como Teresa Cunillera, Jesús Membrado o José Mari Becana, me pareció increíble, uno de esos momentos que me enriquecen como persona, en todos los aspectos, y que me recuerdan lo mucho que le debo a las personas que han confiado en mí y que me han permitido conocer, entre otros, a Labordeta e incluso llegar a ser su amiga.
Allí sentada, tatareando sus canciones, riendo con sus anécdotas, saludando a sus amigos, alucinando con los que participaba en su fiesta (Víctor Manuel, Ana Belén, Carmen París, Miguel Ríos, Pilar Bardén, Rosana, ….) algo verdaderamente indescriptible y disfrutándolo a tope, donde además paseaban por mi mente, multitud de amigos a los que sé, que les apetecía mucho el poder estar allí, aunque teneis que saber que estabais allí, conmigo.
A partir de ahora, se que tengo que valorar mucho más estos momentos especiales, y sobre todo que nunca tengo que olvidar de dónde vengo y a dónde voy, ni tampoco quién soy y qué es lo verdaderamente importante.
Tenemos que continuar trabajando en esa senda, en el camino que iniciaron, hace muchos años, personas como Labordeta.
No podría acabar este post sin una de sus canciones, hay muchas chulas pero una de mis preferidas es esta....
Ayer para mí fue uno de esos momentos emocionantes y especiales que no se olvidan, de esos que te marcan.
Gracias Labordeta. Gracias por haber permitido conocerte, por enseñarme tanto y por compartir conmigo tantos momentos especiales. Recuerdo por ejemplo la tramitación de la derogación del Trasvase del Ebro, las negociaciones de presupuestos, cuando me nombraste en el Pleno, cuándo yo te defendía ante los insultos de los del PP, esos cafes, cenas, momentos del AVE, ... Por eso y muchas cosas más, Muy Bien por ese merecido homenaje José Antonio Labordeta, el abuelo de todos, por ese acto tan lleno de cariño, ternura, amistad, sentimiento y como no, muy “rojo”.
Labordeta es una de esas personas a las que me encanta haber conocido. Me siento emocionada, a la vez que orgullosa, de haber podido compartir con él tantos momentos chulos, importantes, tantas conversaciones interesantes, tantos momentos divertidos cuando me contaba sus experiencias y vivencias alucinantes, … y además siempre con mucho cariño, simpatía, gracia sencillez e inteligencia “roja”.
Estar ayer en el Teatro Principal de Zaragoza, junto a amigos y compañeros como Teresa Cunillera, Jesús Membrado o José Mari Becana, me pareció increíble, uno de esos momentos que me enriquecen como persona, en todos los aspectos, y que me recuerdan lo mucho que le debo a las personas que han confiado en mí y que me han permitido conocer, entre otros, a Labordeta e incluso llegar a ser su amiga.
Allí sentada, tatareando sus canciones, riendo con sus anécdotas, saludando a sus amigos, alucinando con los que participaba en su fiesta (Víctor Manuel, Ana Belén, Carmen París, Miguel Ríos, Pilar Bardén, Rosana, ….) algo verdaderamente indescriptible y disfrutándolo a tope, donde además paseaban por mi mente, multitud de amigos a los que sé, que les apetecía mucho el poder estar allí, aunque teneis que saber que estabais allí, conmigo.
A partir de ahora, se que tengo que valorar mucho más estos momentos especiales, y sobre todo que nunca tengo que olvidar de dónde vengo y a dónde voy, ni tampoco quién soy y qué es lo verdaderamente importante.
Tenemos que continuar trabajando en esa senda, en el camino que iniciaron, hace muchos años, personas como Labordeta.
No podría acabar este post sin una de sus canciones, hay muchas chulas pero una de mis preferidas es esta....
Un besazo!
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