¿Qué ocurre con el carbón qué sólo se oyen voces “negras” pidiendo su fin, si en las comarcas mineras apostamos por un futuro del carbón más sostenible y competitivo? ¿Qué hay detrás de ese doble discurso?
Hay que poner en valor que el único recurso fósil autóctono de cierta abundancia en España es el carbón; que durante muchos años ha sido la principal fuente de generación de energía eléctrica; que es un sector que ha dado mucho a cambio de poco; que ha generado riqueza y productividad a nuestro país y que las comarcas mineras han sido solidarias socialmente con el resto, y ahora por justicia social debemos corresponderles.
El diseño de la política energética del Gobierno español para el 2020 contempla la generación eléctrica a partir de carbón autóctono como uno más de los componentes del mix energético. Un modelo energético respetuoso y sensible con los compromisos Europeos que nos llevan hacia un sector energético con menos emisiones de CO2.
Un modelo que debe entenderse globalmente, que busca equilibrio entre factores claves como la garantía de suministro, el ahorro y la eficiencia energética y la independencia energética; y por supuesto, un modelo competitivo. En nuestro modelo energético, conviven en el mix energético las renovables, el carbón y otras fuentes energía. Por tanto, un modelo que sigue apostando por el carbón en el 2020.
Pero es que además, ¿alguien cree que algún país renunciaría a sus propios recursos autóctonos? La respuesta es rápida, verdad? Entonces, ¿por qué lo tenemos que hacer nosotros?
Cuando además, la minería del carbón en absoluto es contradictoria con la apuesta decidida por las energías renovables; ni tampoco se contradice con el cumplimiento del protocolo de Kioto, eso sí, tenemos que avanzar y apostar por el carbón sostenible, es decir, debemos hablar de la captura, el almacenamiento y aprovechamiento de CO2.
La situación que atraviesa hoy el sector del carbón se debe a la fuerte caída de la demanda producida en los últimos meses del 2008 y durante el 2009. Situación provocada por la crisis internacional que ha afectado a esta tecnología reduciendo sus horas de funcionamiento.
Es en este contexto de dificultad lo que provoca un descenso del consumo del carbón nacional en las centrales eléctricas generando una acumulación de grandes stocks de carbón, cuando el Gobierno toma medidas de emergencia y urgentes en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Trabaja para crear un sistema que permite la generación eléctrica a partir del carbón autóctono, el Real Decreto del carbón, acordado por todos los sectores implicados (Organizaciones Sindicales, Empresarios y CCAA en los órganos de seguimiento del Plan del Carbón). Decreto que resuelve el problema de la falta de consumo de carbón nacional mediante incentivos a su uso para la generación eléctrica. Decreto que hoy ve bien Bruselas, que está inminente el visto bueno del colegio de comisarios europeos y que nuestro Gobierno tiene todos los trámites preparados para que cuando tengamos el OK de Bruselas se apruebe en el Consejo de Ministros.
Pero una vez aprobado el Decreto, tenemos que continuar con la tensión y el trabajo para modificar la propuesta de Reglamento de Ayudas que tenemos sobre la mesa del Consejo de Europa y en el Parlamento Europeo; propuesta, que pone fin a nuestras minas en el 2014. En ese trabajo está inmerso nuestro Gobierno, trabajando y dialogando con el resto de países europeos para que entiendan nuestro modelo energético y la necesidad de garantía de suministro. Ahora ha llegado el momento también, de que nuestros europarlamentarios españoles defiendan en conjunto como país la modificación de este Reglamento, ha llegado el momento de que todos unifiquen su discurso y defiendan, como hacen en las comarcas mineras, el uso de carbón autóctono en el mix energético.
Finalmente, sostenibilidad no debe ser sinónimo de utopía, sino que debe ser un modelo de desarrollo; por eso, apostamos además de por las energías renovables por la captura, aprovechamiento y almacenamiento de carbono que permitan dar una salida limpia a los combustibles fósiles como el carbón.
Hay que poner en valor que el único recurso fósil autóctono de cierta abundancia en España es el carbón; que durante muchos años ha sido la principal fuente de generación de energía eléctrica; que es un sector que ha dado mucho a cambio de poco; que ha generado riqueza y productividad a nuestro país y que las comarcas mineras han sido solidarias socialmente con el resto, y ahora por justicia social debemos corresponderles.
El diseño de la política energética del Gobierno español para el 2020 contempla la generación eléctrica a partir de carbón autóctono como uno más de los componentes del mix energético. Un modelo energético respetuoso y sensible con los compromisos Europeos que nos llevan hacia un sector energético con menos emisiones de CO2.
Un modelo que debe entenderse globalmente, que busca equilibrio entre factores claves como la garantía de suministro, el ahorro y la eficiencia energética y la independencia energética; y por supuesto, un modelo competitivo. En nuestro modelo energético, conviven en el mix energético las renovables, el carbón y otras fuentes energía. Por tanto, un modelo que sigue apostando por el carbón en el 2020.
Pero es que además, ¿alguien cree que algún país renunciaría a sus propios recursos autóctonos? La respuesta es rápida, verdad? Entonces, ¿por qué lo tenemos que hacer nosotros?
Cuando además, la minería del carbón en absoluto es contradictoria con la apuesta decidida por las energías renovables; ni tampoco se contradice con el cumplimiento del protocolo de Kioto, eso sí, tenemos que avanzar y apostar por el carbón sostenible, es decir, debemos hablar de la captura, el almacenamiento y aprovechamiento de CO2.
La situación que atraviesa hoy el sector del carbón se debe a la fuerte caída de la demanda producida en los últimos meses del 2008 y durante el 2009. Situación provocada por la crisis internacional que ha afectado a esta tecnología reduciendo sus horas de funcionamiento.
Es en este contexto de dificultad lo que provoca un descenso del consumo del carbón nacional en las centrales eléctricas generando una acumulación de grandes stocks de carbón, cuando el Gobierno toma medidas de emergencia y urgentes en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Trabaja para crear un sistema que permite la generación eléctrica a partir del carbón autóctono, el Real Decreto del carbón, acordado por todos los sectores implicados (Organizaciones Sindicales, Empresarios y CCAA en los órganos de seguimiento del Plan del Carbón). Decreto que resuelve el problema de la falta de consumo de carbón nacional mediante incentivos a su uso para la generación eléctrica. Decreto que hoy ve bien Bruselas, que está inminente el visto bueno del colegio de comisarios europeos y que nuestro Gobierno tiene todos los trámites preparados para que cuando tengamos el OK de Bruselas se apruebe en el Consejo de Ministros.
Pero una vez aprobado el Decreto, tenemos que continuar con la tensión y el trabajo para modificar la propuesta de Reglamento de Ayudas que tenemos sobre la mesa del Consejo de Europa y en el Parlamento Europeo; propuesta, que pone fin a nuestras minas en el 2014. En ese trabajo está inmerso nuestro Gobierno, trabajando y dialogando con el resto de países europeos para que entiendan nuestro modelo energético y la necesidad de garantía de suministro. Ahora ha llegado el momento también, de que nuestros europarlamentarios españoles defiendan en conjunto como país la modificación de este Reglamento, ha llegado el momento de que todos unifiquen su discurso y defiendan, como hacen en las comarcas mineras, el uso de carbón autóctono en el mix energético.
Finalmente, sostenibilidad no debe ser sinónimo de utopía, sino que debe ser un modelo de desarrollo; por eso, apostamos además de por las energías renovables por la captura, aprovechamiento y almacenamiento de carbono que permitan dar una salida limpia a los combustibles fósiles como el carbón.
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