Tenemos Tiempo Hasta el 2018

Hoy mismo se celebra el Consejo Europeo donde esperamos que los Ministros de Industria de la UE, adopten una nueva regulación para el carbón que posibilite a los Estados Miembros conceder ayudas estatales vinculadas al cierre de las minas que no sean competitivas.
Teniendo presente que el Reglamento actual finaliza este 31 de diciembre de 2010, y si recordamos que la Comisión de la Competencia presentó una propuesta el 20 de julio donde ponía el cierre para el 2014; la solución adoptaba este pasado miércoles, que ratificará hoy el Consejo de Ministros Europeo, es un paso favorable y un mayor oxígeno para nuestro sector minero.
El trabajo ha sido muy duro, ya que contábamos con pocos aliados en Europa, pero fruto del esfuerzo y el interés sobre todo por parte de España junto con Alemania para rechazar el cerrar las minas en 2014, la Comisión, se vio obligada a examinar nuevamente la situación generada tras el amplio debate abierto tanto en el Parlamento Europeo como en el Consejo; de ahí que el Sr. Almunia encargado de la política de competencia, presentase de nuevo una posición revisada al Consejo con el fin de llegar a un mayor acuerdo.
La nueva propuesta de la Comisión recoge entre otros aspectos que, se acepta el permitir ayudas de funcionamiento para el cierre de las minas hasta el 31 de diciembre 2018 a condición de, cumplir con un plan de mitigación del impacto ambiental del uso del carbón que debe ponerse en marcha, un plan que establece una reducción en el importe concedido cada año y que establece una senda lineal de mitigación del 25% para el 2013, el 40% para el 2015 y el 75% para el 2017, siempre a final de cada año, que deja flexibilidad hasta enero del 2016 y permite que la graduación la aplique cada uno de los países.Esta propuesta, que esperamos sea hoy ratificada en el Consejo, nos da tiempo suficiente en nuestra comarca minera para, en primer lugar valorar y evaluar lo que nos ha sucedido, para poder establecer una línea de trabajo conjunta y orientada a diversificar nuestro tejido productivo que nos permita ser cada vez menos dependientes del carbón. Para ello es imprescindible unir esfuerzos e ir todos a una: políticos, sindicatos y empresarios; ésto es lo que durante estos meses tan duros nos ha pedido la ciudadanía y lo que espera de nosotros, al menos esa lección a mí me ha quedado muy clara y en la cual estoy trabajando desde ya.