viernes, 7 de enero de 2011

¡¡¡ Felices Reyes !!!

Hemos comenzado nuevo año, un año cargado de energía, proyectos, salud, ilusiones, trabajo, esperanza, alegrías y amigos para compartirlos. Al comenzar el año, nos marcamos nuevos retos, nuevos propósitos (muchas veces repetimos los que durante todo el año no hemos sido capaces de superar), pero sobre todo, soñamos con un año mejor que el que termina.
Y con el comienzo del año, llega la noche más mágica, la noche de los Reyes Magos. El día de Reyes es el momento en el que todos somos niños tiernos, ingenuos, inocentes y sobre todo muy felices e ilusionados; con grandes sueños y esperanzas, y con el anhelo, de que nuestra gente se haya acordado de nosotros. Y los Reyes de este 2011 vienen con un sueño compartido, que a todos, nos traigan un poquito del carbón de nuestras cuencas.
Y ya es tradicional además, que cada 1 de enero, nos enfrenemos a alguna novedad, este 2011 el tema estrella ha sido el tabaco.
Porque el 2 de Enero se ha puesto en marcha la reforma de la Ley conocida como Antitabaco; un marco legislativo que recoge medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad que pretende, por un lado proteger a los no fumadores, a los menores, a las mujeres embarazadas y a los trabajadores de la hostelería y por otro, garantizar la equidad de la aplicación en todo el territorio español así como adaptar la regulación española a las directrices de la UE, ya que en 2012 todos los países de Europa van a prohibir fumar en los espacios cerrados de uso público.
Entre los miles de comentarios y anécdotas de estos días de aplicación de la Ley, es importante saber que, una gran parte de esta Ley, va dirigida a impulsar medidas preventivas para promocionar y potenciar los tratamientos de deshabituación al tabaquismo, a determinar grupos de población vulnerables, a impulsar medidas educativas para proteger la salud, para prevenir y evitar el inicio en el consumo del tabaco, para ayudar al abandono de la dependencia, a poner en marcha programas en la atención pediátrica infantil, con información para padres fumadores y campañas sobre los perjuicios que la exposición al humo provoca en los menores…
Una Ley que, aunque ahora parece difícil ya que supone un cambio de un hábito muy establecido en nuestro país, a lo largo del 2011, seguramente, habremos logrado convivir con ella y encontraremos muchos más beneficios que perjuicios.

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