miércoles, 27 de julio de 2011

Voto Telemático: un paso MÁS hacia la IGUALDAD



Después de mucho trabajo hemos conseguido modernizar la Cámara Baja y lo más importante, eliminar de su reglamento rémoras de cuando las mujeres no formábamos parte del hemiciclo.
Porque hoy, las mujeres somos una realidad, y aunque todavía nos quedan muchos espacios por conquistar, no pensamos marcharnos de los que ocupamos, y además en ellos vamos a consolidarnos y a avanzar en derechos.
Hasta ahora, en el Congreso de los Diputados, existía una contradicción, porque las mujeres y hombres que desempeñamos cargos electos, cuando somos madres y padres no podíamos acceder con normalidad y de forma plena al derecho de los permisos parentales, ya que chocaban directamente con las obligaciones derivadas de nuestro cargo.
Y es que debemos partir de que la maternidad, es un hecho diferencial positivo de las mujeres, y no puede ser nunca un obstáculo para cualquier actividad, tampoco para la actividad política. Porque la igualdad no supone asumir los roles masculinos hasta ahora establecidos, no, supone el poder conciliar y establecer modelos de corresponsabilidad respecto a todas las actividades, también para el cuidado de los hijos.
Y esto va a ser posible a partir de septiembre en el Congreso, gracias a una alianza de consenso de los hombres y mujeres de la comisión de igualdad sobre una propuesta socialista. Una propuesta que contribuye a feminizar la política, a humanizarla; a través del voto telemático. Y a humanizarla además, no sólo atendiendo a las mujeres sino también, las enfermedades graves. Con esta medida, se dignifica la función de representación pública, porque todos hemos visto vivir situaciones a los diputados en las que han antepuesto su responsabilidad como diputados a su propia salud. Porque, debemos recordar y tener siempre presente, que sobre todo, somos personas, ni más ni menos.
Esta reforma del reglamento de la cámara contribuye a compatibilizar la participación política con la paternidad y especialmente con la maternidad, para el acceso y permanencia de las mujeres como representantes de la ciudadanía. Una reforma que por fin evita tener que elegir entre la vida pública y el cuidado de los hijos en los primeros días de vida, como cualquier mujer.
Porque representar a la ciudadanía es, con sus pros y sus contras, algo maravilloso, como también la posibilidad de poder seguir siendo persona ante todo (y por ello ser madre, padre, estar enfermo, …). De ahí que esta reforma permite avanzar hacia la igualdad plena, continuar los pasos que otras antes comenzaron. Supone además, un enorme placer, continuar trabajando en homenaje a las que lucharon por defender los derechos de la mujer y saber que continuamos en la lucha hacia una democracia más justa y más igual.

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