viernes, 26 de abril de 2013

Gallardón al servicio de Rouco






 La Constitución proclama que España es un Estado Aconfesional; por tanto, los obispos y el Gobierno tienen que tener muy claro que no se modifican las leyes al dictado de ninguna moral religiosa. No vamos a permitir que Rouco y Gallardón se salten este principio constitucional, y menos entrando en el juego de que el uno presiona, el otro cede y ambos se pasan por el arco del triunfo a los ciudadanos, especialmente a las mujeres.

Esto ha sucedido porque el Presidente de la Conferencia Episcopal, ha presionado al Gobierno públicamente, exigiéndole que derogue los contenidos de la actual Ley del aborto y  de la Ley que ermite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y lo hizo además, mientras Rajoy estaba en Roma visitando al Papa, y como siempre, nos sorprendió con su silencio, como hizo el resto del Gobierno, todos callados hasta que.... el Ministro Gallardón, “el progre”, rompe ese silencio para ceder a la presión de Rouco, anunciándole que el Gobierno ya tiene casi terminada la derogación de la Ley del aborto y que lo van a hacer en breve.
¡Ja! De nuevo el Gobierno del PP, rompe las reglas del juego, y hace un mal uso de su poder, del que le han dado los ciudadanos para que promueva iniciativas legislativas, dándoselo a los Obispos. Y es que faltan el respeto de los ciudadanos diciendo AMÉN a las órdenes de Rouco. No respetan ni las bases de la democracia, ni la constitución, ni las reglas de convivencia que durante años hemos respetado todos los españoles, cediendo a la presión de la Conferencia Episcopal.
Es nuestra Constitución quién dice que España es un Estado aconfesional, por tanto los obispos y el Gobierno deben tener muy claro que en España no se modifican las leyes al dictado de ninguna moral religiosa.
Si el Gobierno del PP, como ha anunciado Gallardon, va a ir de la mano con los obispos para modificar la Ley del aborto y para volver a limitar la libertad de las mujeres, todos podremos saltarnos las reglas del juego, porque no vamos a consentir que los obispos sigan imponiendo su moral al conjunto de la ciudadanía y mucho menos que limiten de nuevo la libertad de las mujeres.
Recordar… Nosotras Decidimos, la libertad también es de color rosa.

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