sábado, 21 de diciembre de 2013

Mi Pueblo NO está en Venta


Vivo en un pueblo pequeño, como dice la canción de Víctor Manuel...
Soy de pueblo y me gusta, como a la mayor parte de los ciudadanos de este país.
Vivo en uno de esos sitios de la España rural que está en peligro de extinción por la mal llamada “Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local”, porque ni racionaliza ni genera sostenibilidad.
Además, en mi condición de concejal, me doy cuenta al leer esta Ley, que quién la ha escrito no conoce los ayuntamientos, ni pisa los pueblos. Somos los que vivimos en ellos los que conocemos y valoramos la labor que desarrollan. Los ayuntamientos son nuestra administración de referencia, la más cercana y la mejor valorada por los ciudadanos. Son miles de personas las que dedican su tiempo y esfuerzo a trabajar en los ayuntamientos, y la mayoría son voluntarios, lo hacen a cambio de nada, simplemente luchan día a día para mantener los servicios y la calidad de vida en sus pueblos para que no desaparezcan. Y lo hacen con buena gestión, de manera sostenible, y responden con rapidez y eficiencia a sus vecinos; y a pesar de la mala fama que les pone el PP, son los responsables de menos de 5% de la deuda global. Pero el PP, de nuevo con la excusa de la crisis, ataca a los ayuntamientos quitándole competencias y abriendo la puerta a las privatizaciones masivas y a la pérdida de democracia; ya que fortalece las Diputaciones, administraciones que no elegimos los ciudadanos.
Desde aquí alzo la voz en defensa del mundo local, porque son los pueblos los que vertebran y sostienen razonablemente la población a lo largo de todo el territorio, como ocurre en nuestra provincia, tan extensa y con la población tan dispersa, que mantiene nada menos que 236 municipios, que acogen a 144.607 habitantes en 14.809 km2 de territorio.

Aliento la postura del PSOE de acudir al Tribunal Constitucional en defensa de la autonomía local, porque me alegro de que ante esta derecha de caja registradora hay que seguir gritando que nuestros derechos, nuestros servicios públicos, nuestra gente, nuestros pueblos, NO ESTÁN EN VENTA.

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