Hasta
ahora, existía el derecho de todas las personas a adoptar libremente decisiones
que afectan a su vida sexual y reproductiva: el derecho a la maternidad
libremente decidida. Hasta hoy esa decisión, consciente y responsable, era respetada.
Era así, gracias a una Ley, que sustituyó a una regulación que se había
aprobado hace veinticinco años, y que supuso un avance en la protección de las
mujeres y que se hizo, se debatió y se aprobó desde un gran consenso.
Pero…
otro paso atrás! De nuevo un retroceso normativo, social e ideológico con la
modificación de esta Ley por parte del Gobierno del PP que lleva a las mujeres
españolas a la clandestinidad, suprimiendo su derecho a decidir responsable,
consciente y libremente sobre su sexualidad y maternidad, y afectando a su
seguridad jurídica y a la de los profesionales de nuestro sistema de salud, así
como a la garantía en el acceso a las correspondientes prestaciones sanitarias.
La
Ley Gallardón, suprime el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo en
las primeras catorce semanas, considerándose como delito despenalizado sólo en
los supuestos de violación y "grave peligro para la vida o la salud"
de la mujer, privándola de su derecho a decidir. Suprime además, el supuesto de
malformaciones o anomalías fetales incompatibles con la vida, que justificaba
la interrupción del embarazo desde los años ochenta del siglo pasado.
Con
esta Ley retrocedemos más de treinta años e incumplimos compromisos
internacionales en materia de derechos sexuales y reproductivos y de libertad
de las mujeres a decidir sobre su maternidad. La Ley Gallardón supone para las
mujeres españolas sufrir el mayor retroceso después de haber contado con una de
las legislaciones más avanzadas, más seguras, con mayores efectos en la
prevención de embarazos no deseados y que había conseguido reducir el número de
abortos en el último año.
Espero
que estas reflexiones evidentes, lleven a nuestra Presidenta la Sra. Rudi a
rectificar sus manifestaciones y a defender los derechos de todos los
ciudadanos, también de las mujeres, cuando ha dicho públicamente que “El aborto
no es un derecho de la mujer”.
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