domingo, 23 de febrero de 2014

Se habla sobre el "hacer política"



Hoy hago una reflexión sobre qué es y para qué sirve la política. Entiendo la política como un servicio público, una tarea a la que te entregas con la intención de hacer más fácil la vida en sociedad y, sobre todo, para "utilizar" (en el buen sentido de la palabra) las instituciones para evitar las injusticias y desigualdades que producen el libre mercado y las políticas más rancias de la derecha. Y se puede hacer desde cualquier nivel, desde el Congreso, las Cortes de Aragón y los ayuntamientos, desde la institución más grande a la más pequeña; tal vez ésta la más importante, puesto que es la más cercana a los ciudadanos y por tanto la que mejor debería conocer las dificultades por las que pasan. No en vano la palabra política proviene del griego Polis, nombre que recibían las ciudades Estado de la Grecia Clásica, tal vez las primeras instituciones democráticas de la HISTORIA.  

Pero también hay política más allá de las instituciones, de los partidos y de los políticos. Es la política de cada día, la política de los sindicatos, asociaciones, mareas, en definitiva, la que hace cada individuo. Si vamos al diccionario de la Real Academia Española, en su acepción novena, define la política como la "Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo." Y esto es lo que hacen, los ciudadanos cada día, hacemos (y a veces sufrimos) política cada día, porque participar en democracia no es solo votar cada cuatro años, por mucho que a algunos les pese, sino que es (o debería ser) mucho más. Uno de los grandes teóricos de la democracia, Charles Tilly, hablaba de democracia y política, y ponía el acento en las relaciones entre instituciones y ciudadanos que, según él, "se demuestran con consultas mutuamente vinculantes, amplias, iguales y protegidas". Y tal vez esto es lo que se debería hacer; en lugar de intentar coartar la libertad o de hablar de ciudadanos manipulados, tal vez se debería poner atención sobre las preocupaciones de la gente, asumir que somos “personajes públicos” y como tales, con humildad y responsabilidad asumir las críticas que se nos hacen y entenderlas como mensajes constructivos y como un instrumento para mejorar día a día nuestra gestión y nuestro trabajo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hojala lo entendieran todos los politicos igual...