La música es gratis. El cine es gratis. Rajoy, movimientos antisistema y rastafaris coinciden, por primera vez, en algo: todos contra el canon. ¿Quién es el idiota que se manifiesta contra la gratuidad de las cosas?
Cualquiera puede bajar de Internet lo que le dé la gana por la cara. Los jueces dicen que el intercambio de archivos, sin ánimo de lucro, es legal. Hay servidores que en un solo día reparten millones de canciones gratis. ¿Sin ánimo de lucro? El negocio de las bajadas de Internet en 2010 será de 21.300 millones de euros. Todos pillan: los que fabrican los aparatos reproductores, grabadores, CD, DVD, las televisiones, las radios, los operadores de telefonía, los servidores de Internet, así hasta el infinito… ¿Por qué el autor es el único que debe quedarse al margen del negocio? Todos contra el canon significa: “Todo para las multinacionales y el artista que coma mierda”. Así de sencillo. A mí me gustaría forrarme repartiendo patatas del huerto de mi vecino, pero el dueño no es partidario. No se pueden fabricar genéricos de los tratamientos contra el sida porque esos mismos jueces dicen que hay una patente que lo impide, y muchas personas mueren (en el tercer mundo). El IVA de los aparatos es el 16% del precio y nadie rechista. Las mismas televisiones y radios que hacen campaña contra el canon prohíben reproducir sus programas en otros canales: no son idiotas. Mientras, se resisten a pagar derechos de autor a los demás. Ahora lo tienen claro: ellos, con el pueblo. Cuando yo era pequeño tenía qua ahorrar meses para comprarme un disco; ahora un chaval de 13 años mete cientos de canciones en su MP3, y va a pagar un par de euros por ello en toda su vida. ¿Es un robo? Seguramente hay una solución más justa.
El Gran Wyoming, Diario Público, 9 Enero 2008
Una reflexión, bastante acertada, sobre el canon digital de una persona independiente, políticamente hablando, pero muy implicada en el sector.
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