En el Congreso Zapatero fue contundente, explicó que España hoy afronta una mala coyuntura económica; y lo hizo con realismo (es decir con datos objetivos y bajo un buen diagnóstico de la situación), con determinación y marcando una política económica adecuada, con propuestas a corto plazo y comprometiéndose a mantener su política social. Mientras, Rajoy ni una propuesta, una actitud catastrofista y con un único objetivo desgastar al Gobierno en lugar de arrimar del hombro.
Zapatero confirmó que nuestro país afronta esta mala coyuntura, pero que nos encontramos en mejores condiciones que nunca, ya que por ejemplo, ahora nuestra renta per cápita es superior en un 7% a la media europea, tenemos las cuentas públicas saneadas, una economía más capitalizada fruto del intenso proceso inversor realizado, hemos ganado productividad neta, existe un diálogo fluido con empresarios y trabajadores…
Y es que hay distintas maneras de afrontar una crisis económica…
Mientras que el PSOE considera necesario ocuparse a la vez de la economía, la política social y de los derechos de ciudadanía, el PP hace decretazos y reduce las prestaciones por desempleo (es por lo que ahora la tasa de cobertura del desempleo es del 84%, aquellos desempleados que cobran algún tipo de prestación pública, y con el PP era tan sólo del 60%).
Mientras que el Gobierno de Zapatero plantea subir las pensiones mínimas un 6%, ya que la política económica y la política social se retroalimentan, el gasto social no es solo una cuestión de justicia sino también de eficacia, y porque aumentando las pensiones se ayudará a sostener el consumo de los pensionistas; la derecha lo que hace es bajar los impuestos a los que más tienen y reducir el gasto social a los más necesitados.
Por eso tampoco Zapatero va a reducir las becas, como hizo el PP, ni tampoco va a congelar el salario de los funcionarios públicos como también hizo el PP, no habrá recortes en materia social, se impulsa la Ley de la Dependencia, la educación infantil, la obra pública y la inversión en I+D+i.
Zapatero confirmó que nuestro país afronta esta mala coyuntura, pero que nos encontramos en mejores condiciones que nunca, ya que por ejemplo, ahora nuestra renta per cápita es superior en un 7% a la media europea, tenemos las cuentas públicas saneadas, una economía más capitalizada fruto del intenso proceso inversor realizado, hemos ganado productividad neta, existe un diálogo fluido con empresarios y trabajadores…
Y es que hay distintas maneras de afrontar una crisis económica…
Mientras que el PSOE considera necesario ocuparse a la vez de la economía, la política social y de los derechos de ciudadanía, el PP hace decretazos y reduce las prestaciones por desempleo (es por lo que ahora la tasa de cobertura del desempleo es del 84%, aquellos desempleados que cobran algún tipo de prestación pública, y con el PP era tan sólo del 60%).
Mientras que el Gobierno de Zapatero plantea subir las pensiones mínimas un 6%, ya que la política económica y la política social se retroalimentan, el gasto social no es solo una cuestión de justicia sino también de eficacia, y porque aumentando las pensiones se ayudará a sostener el consumo de los pensionistas; la derecha lo que hace es bajar los impuestos a los que más tienen y reducir el gasto social a los más necesitados.
Por eso tampoco Zapatero va a reducir las becas, como hizo el PP, ni tampoco va a congelar el salario de los funcionarios públicos como también hizo el PP, no habrá recortes en materia social, se impulsa la Ley de la Dependencia, la educación infantil, la obra pública y la inversión en I+D+i.
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