Semana de grandes acontecimientos. Por un lado, hemos vibrado, sufrido disfrutado y emocionado con la ROJA, con unos deportistas que han conquistado nuestros corazones con su juego, su compañerismo, su trabajo en equipo y su sencillez. Y por otro, hemos estado expectantes ante el Debate del Estado de la Nación, el debate más importante del año donde analizamos y dibujamos la hoja de ruta a seguir para nuestro país.
No todos hemos vivido de igual manera ambos acontecimientos. Unos disfrutamos con los éxitos deportivos de nuestro país, otros discuten por el nombre de la ROJA. Unos, con aciertos y errores, hacemos lo que consideramos que es mejor para España, otros no tienen alternativa y sólo les preocupa disolver el Parlamento y convocar elecciones.
Para unos, según convenga a sus intereses electorales, pasan del España se rompe a guardar silencio y no mojarse. Son capaces de rechazar el Decreto Ley para la reducción del déficit aún sabiendo que si no se aprobaba hubiera sido una catástrofe para la economía española y Europea. Incluso se atreven a predicar una imagen negra de España sabiendo que no era cierta y que perjudicaba a nuestro país.
En cambio otros, desde que empezó la crisis, han propuesto medidas, más o menos acertadas, buscando que fuesen útiles para salir de la crisis y para que una vez superada nos situásemos en un lugar preferente. Porque pensamos que en estos momentos difíciles a España le conviene la recuperación, los acuerdos, la responsabilidad, por eso, los Socialistas, si hubiera contradicción entre los intereses de nuestro partido y los de España, elegimos lo que necesita España.
En definitiva, Zapatero no tiene la voluntad (ni la obligación) de convocar elecciones, pero el PP tiene en sus manos un instrumento: la moción de censura; si son coherentes, que vengan al Congreso a defender una moción de censura, pero eso sí, con valor y con un programa por delante.
No todos hemos vivido de igual manera ambos acontecimientos. Unos disfrutamos con los éxitos deportivos de nuestro país, otros discuten por el nombre de la ROJA. Unos, con aciertos y errores, hacemos lo que consideramos que es mejor para España, otros no tienen alternativa y sólo les preocupa disolver el Parlamento y convocar elecciones.
Para unos, según convenga a sus intereses electorales, pasan del España se rompe a guardar silencio y no mojarse. Son capaces de rechazar el Decreto Ley para la reducción del déficit aún sabiendo que si no se aprobaba hubiera sido una catástrofe para la economía española y Europea. Incluso se atreven a predicar una imagen negra de España sabiendo que no era cierta y que perjudicaba a nuestro país.
En cambio otros, desde que empezó la crisis, han propuesto medidas, más o menos acertadas, buscando que fuesen útiles para salir de la crisis y para que una vez superada nos situásemos en un lugar preferente. Porque pensamos que en estos momentos difíciles a España le conviene la recuperación, los acuerdos, la responsabilidad, por eso, los Socialistas, si hubiera contradicción entre los intereses de nuestro partido y los de España, elegimos lo que necesita España.
En definitiva, Zapatero no tiene la voluntad (ni la obligación) de convocar elecciones, pero el PP tiene en sus manos un instrumento: la moción de censura; si son coherentes, que vengan al Congreso a defender una moción de censura, pero eso sí, con valor y con un programa por delante.
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