sábado, 4 de diciembre de 2010

Santa Bárbara, patrona de los mineros...

Para una que es de cuenca minera, hablar de carbón es siempre apasionante a la par que emocionante. Y es que, al hablar de carbón lo primero que me viene a la mente es ese trabajo duro, peligroso, romántico si se quiere del minero.
En nuestras comarcas el carbón es magia, una magia desde el origen, desde que el minero ataca el tajo y llega a una roca que lleva cientos de millones de años esperando.
El futuro de esta magia, durante estos meses se ve con incertidumbre, sólo escuchamos voces negras contra el carbón que no quieren su futuro, voces a las que no les preocupan ni los puestos de trabajo, ni los pueblos mineros, …
En España apoyamos el carbón, por varias razones fundamentales; porque es nuestra única fuente energética fósil autóctona, por garantía de suministro, por dependencia energética y porque es el soporte casi único de las cuencas mineras, unas comarcas que han hecho del carbón su monocultivo económico y a las que no se puede abandonar con importantes pasivos sociales y medioambientales, cuando además han hecho un esfuerzo de reestructuración enorme.
Actualmente el mundo se encuentra en una encrucijada energética difícil de vislumbrar si el futuro será de las renovables (debido a la incertidumbre acerca de su capacidad de competir en precio con las convencionales), será de la nuclear (por la proliferación y la gestión de los residuos de alta actividad), o si será de los combustibles fósiles (si son capaces de potenciar la captura, almacenamiento y aprovechamiento de CO2 para alcanzar precios competitivos) … Porque para España en este escenario energético, es necesario subrayar dos principios básicos para nuestra política energética: la seguridad de suministro y la reducción de la dependencia externa y para estos dos objetivos se necesita mantener una reserva estratégica de carbón autóctono, que permita a España una capacidad que, junto con las energías renovables nos doten de una autonomía energética a la que no podemos renunciar, por tanto mantengamos nuestros 10 millones de toneladas de carbón autóctono, cada vez más competitivo, cada vez más cerca de los precios internacionales, no sea que algún día lamentemos haber dejado nuestra autonomía energética en manos ajenas.
Este es el mensaje que hoy, día de Santa Bárbara patrona de los mineros, debemos gritar con fuerza todos juntos. Este año más que nunca.
Y mi pequeño homenaje es esta canción de Víctor Manuel, la planta 14, canción que me trae el recuerdo de las lágrimas de algunos mineros andorranos cuando el día del merecido homenaje al Oficio del Minero la cantaba el propio Víctor Manuel en nuestro pueblo.
Felicidades y a continuar en la lucha, crucemos los dedos hasta la decisión del Consejo UE.


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