En estas elecciones municipales y autonómicas lo que realmente se decide son los Alcaldes y Presidentes de nuestros municipios y comunidades autónomas. Tenemos que centrarnos en votar cuál es la mejor opción de gobierno y no enfocar estas elecciones como un plebiscito a la gestión de otras instituciones porque lo verdaderamente importante son nuestros pueblos.
Estamos viviendo un momento crucial en el panorama político español y tenemos que decidir qué modelo de gestión queremos. Por un lado, tenemos las propuestas socialistas que enraízan con los gobiernos abiertos y transparentes del Siglo XXI, unos gobiernos que garantizan, pese al elevado coste económico, un alto nivel de protección social y de inversión en políticas sociales dirigidas a la generación de mayores cuotas de igualdad de oportunidades.
Por otro lado, las propuestas del Partido Popular que van encaminadas a una mayor privatización y liberalización en los servicios públicos.
Tenemos, por tanto, frente a frente dos modelos de gestión: el modelo probado e impulsado por los socialistas de apostar por un estado que impulsa bienestar a través de sanidad pública, inversión en educación, ayuda a dependientes, sistema de pensiones intergeneracionales, igualdad, etc en todos los lugares y rincones de nuestra geografía aragonesa; frente a otro, el neoliberalismo de pensiones privadas, individualismo y servicios privatizados que deja de lado las zonas rurales puesto que sólo miran la rentabilidad de los servicios.
Es por ello por lo que considero vital que el electorado participe y se manifieste cómo quiere que sea el futuro de nuestras instituciones públicas, porque votar si que importa. Porque nos jugamos el futuro de nuestros pueblos, de nuestra gente. Tenemos que decidir por qué camino queremos continuar, si por el de avance y progreso que se ha iniciado desde hace 12 años en Aragón, o no; y si podemos caminar juntos también por el camino de futuro, mayor calidad de vida y más transparencia y participación en nuestros pueblos. Eso lo decidimos nosotros ejerciendo uno de los mayores derechos de ciudadanía conseguidos: VOTAR.
Estamos viviendo un momento crucial en el panorama político español y tenemos que decidir qué modelo de gestión queremos. Por un lado, tenemos las propuestas socialistas que enraízan con los gobiernos abiertos y transparentes del Siglo XXI, unos gobiernos que garantizan, pese al elevado coste económico, un alto nivel de protección social y de inversión en políticas sociales dirigidas a la generación de mayores cuotas de igualdad de oportunidades.
Por otro lado, las propuestas del Partido Popular que van encaminadas a una mayor privatización y liberalización en los servicios públicos.
Tenemos, por tanto, frente a frente dos modelos de gestión: el modelo probado e impulsado por los socialistas de apostar por un estado que impulsa bienestar a través de sanidad pública, inversión en educación, ayuda a dependientes, sistema de pensiones intergeneracionales, igualdad, etc en todos los lugares y rincones de nuestra geografía aragonesa; frente a otro, el neoliberalismo de pensiones privadas, individualismo y servicios privatizados que deja de lado las zonas rurales puesto que sólo miran la rentabilidad de los servicios.
Es por ello por lo que considero vital que el electorado participe y se manifieste cómo quiere que sea el futuro de nuestras instituciones públicas, porque votar si que importa. Porque nos jugamos el futuro de nuestros pueblos, de nuestra gente. Tenemos que decidir por qué camino queremos continuar, si por el de avance y progreso que se ha iniciado desde hace 12 años en Aragón, o no; y si podemos caminar juntos también por el camino de futuro, mayor calidad de vida y más transparencia y participación en nuestros pueblos. Eso lo decidimos nosotros ejerciendo uno de los mayores derechos de ciudadanía conseguidos: VOTAR.
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