Resignarse y considerar a la crisis como la única culpable de la derrota electoral del PSOE en noviembre no nos dejaría analizar en profundidad la crisis de participación que sufren los partidos políticos y la desafección política que vivimos.
El partido Socialista ha sufrido electoralmente un tsunami conservador que le ha hecho perder gran parte de su poder institucional, pero también ha experimentado una crisis en su modelo de participación que requiere de nuevos paradigmas organizativos.
La apertura del partido tiene que realizarse en una doble vertiente; en primer lugar interna, a través de la regulación de las primarias para elección de SG de tal modo que suponga una profundización democrática, devolviendo el papel protagonista al militante y precipitando un debate de ideas durante todo el proceso por parte de la totalidad del partido. Debemos devolver el partido a los militantes y convertir las sedes socialistas en nuevas casas del pueblo. Además debemos potenciar las redes sociales como forma de participación política, impulsando la sociedad red como fuente de difusión y debate dentro de las filas socialistas.
Por otro lado el partido tiene que hacerse permeable a la sociedad en su conjunto y uno de los mecanismos son las primarias abiertas para la elección de candidatos. Ese será el instrumento que nos permitirá conectar e implicar de nuevo a la izquierda española para protagonizar el nuevo tiempo para el proyecto político socialista.
El nuevo paradigma de la participación tiene que encontrar en la transparencia otro canal que legitime de nuevo la acción de los poderes públicos. El PSOE tiene que practicar con el ejemplo que proclama para las instituciones y hacer su gestión económica y política transparente a través de Internet, redes sociales y actos públicos. También tenemos que aspirar a tener un código ético de nuestros representantes políticos.
El nuevo tiempo del PSOE supondrá la creación de nuevas respuestas desde la socialdemocracia que supongan una propuesta política de izquierdas coherente. Si decimos izquierdas, hacemos izquierda. Tenemos que recuperar las señas de identidad socialdemócratas de un partido que aspira a ser el vector de transformación de la sociedad, poniendo la lupa en el principio irrenunciable para los socialistas de la redistribución de la riqueza y en el impulso al estado del bienestar para conseguir una sociedad más justa e igualitaria.
La regeneración o el #reinicio que necesita el PSOE pasa por la renovación en ideas y procesos para adaptar el partido a la sociedad del SXXI mediante una profunda escucha activa de los ciudadanos y de sus demandas, ya que son ellos los que de verdad configuran el PSOE.
El PSOE tiene que levantarse pronto para ser una alternativa de gobierno que defienda los intereses de los trabajadores y las clases medias, tenemos mucho PSOE por hacer. Por todo esto, considero que la opción que mejor representa las ideas que acabo de relatar es Carme Chacón, una mujer de izquierdas que cree en un modelo de liderazgos con partido y compartido.
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