La
Reforma Local del PP no ayuda a los ayuntamientos
sino que les pone mil y una zancadillas en su labor diaria. No afecta a alcaldes
sino que afecta, y mucho, a los ciudadanos, ya que es simple y llanamente un
nuevo hachazo al Estado de bienestar puesto que arrebata competencias
esenciales como los servicios municipales de proximidad.
Y parte de una falsedad, ya que lo que intenta el PP por activa
y por pasiva, es hacer “culpables” de la crisis a los ayuntamientos, cuando son
los que mejor están haciendo sus deberes.
La Ley del PP sólo
tiene un objetivo: dar cumplimiento a la Ley Orgánica de Estabilidad
Presupuestaria, algo que carece de fundamento ya que el endeudamiento público
de los ayuntamientos está en torno al 4% del PIB, mientras que su déficit
público alcanzó en 2012 el 0,3% y será del 0% para el periodo 2013-2015. Y como
este es el objetivo del PP, pues no resuelve los problemas reales de las
Entidades Locales, ni profundiza en los derechos democráticos de participación
ciudadana, al contrario; erosiona la autonomía local no respetando las
competencias municipales, no tiene en cuenta los principios de proximidad y de
igualdad en la prestación de los servicios públicos, vulnera los principios
reconocidos en la Carta Europea de la Autonomía Local, no respeta las
competencias de las Comunidades Autónomas reconocidas en los respectivos
Estatutos de Autonomía y pone en peligro la prestación de los servicios
sociales básicos que tanto necesitan los ciudadanos siempre, pero más en estos
momentos de crisis económica.
Y encima, es que este texto no cumple ninguno de los objetivos que plantea en su propio preámbulo
porque, ni clarifica competencias, ni evita las duplicidades, ni racionaliza la
administración. Lo único que hace es quitar competencias a los ayuntamientos.
Es
un ataque frontal al mundo rural, que representa
el 85% del territorio español.
Por esto, estoy en contra de este nuevo ataque del PP y aplaudo la propuesta del PSOE de llegar al mismo acuerdo que con la Ley Wert, derogarla cuando el PP pierda la mayoría absoluta.
Por esto, estoy en contra de este nuevo ataque del PP y aplaudo la propuesta del PSOE de llegar al mismo acuerdo que con la Ley Wert, derogarla cuando el PP pierda la mayoría absoluta.
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