domingo, 23 de enero de 2011

La Timidez

Cuando el mundo comenzó, todas las cosas tomaron su lugar, menos los agujeros, que no sabían muy bien qué eran. ¿Eran plantas? No, porque no tenían hojas. Entonces, ¿animales quizás? NO, porque no tenían espinas, ni huesos, ni sistema nervioso. Pero sí una especie de boca más o menos grande, según el tamaño. Y, también, un cuerpo muy especial que se podía rellenar de cualquier cosa. Desde ese momento supieron qué eran: cuevas, madrigueras, pasadizos, bolsillos y escondites. La timidez es uno de ellos, un escondite a la medida de cada uno desde el que mirar el mundo antes de salir.

RECETA PARA PERDER LA TIMIDEZ
1. Cuatro saltos de mono.
2. La filosofía del saltamontes: tú salta y que no te importe donde caigas.
3. Dicen que lo tropical es bueno. Así que... batidos de piña con canciones de ducha, si es posible en ayunas.
4. Tirarse al suelo varias veces al día (ayuda a no sentirse ridículo siempre que no te rompas una pierna).
5. Bailar, bien o mal. En la calle, en casa, en el colegio. Encima de una mesa, mejor.

Recetas de lluvia y azúcar
Eva Manzano
Mónica Gutiérrez Serna

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