Ya sabemos que atravesamos una crisis global económica sin parandón. Somos cada vez más conscientes de que de esta crisis salimos, pero con un nuevo modelo productivo y con unos hábitos de vida diferentes. Que es el momento de la política, de acometer actuaciones políticas contundentes, decisivas y acompasadas a la realidad del momento pero con vistas al futuro que tenemos que construir.
La crisis económica influye en todos los sectores del país, también, sobre nuestra política de transporte.
Esta situación económica hace, y además nos obliga a acelerar, que la apuesta por la movilidad sostenible y, más concretamente, por el transporte público, debe potenciarse. Hace también, que la apuesta por el ferrocarril, que es el transporte más eficiente desde el punto de vista energético, sea una apuesta estratégica acertada para el conjunto del país.
Si echamos la vista atrás, desde el 2004 se han invertido en España 50.000 M€ en transporte ferroviario. Para este 2011, el 60% del presupuesto del Ministerio de Fomento (7.700 M€) se destina a inversiones en infraestructuras ferroviarias. Nuestro país ya hace una apuesta inteligente por el liderazgo en la alta velocidad ferroviaria y por las múltiples rentabilidades que este transporte ofrece de mejora de la competitividad, de preservación ambiental, de calidad de vida y de reequilibrio territorial. Esta apuesta por la alta velocidad está acompañada además por la inversión que se está realizando en transporte por mercancías a través de un plan que conecta mediante este tipo de transporte nuestros puertos y principales centros logísticos, y por el impulso de los servicios de cercanías a través de planes específicos para las principales áreas metropolitanas de nuestro país. Unos servicios que desde el 2004 han recibido del Estado más de 4.600 M€ para su funcionamiento.
Por tanto, el Gobierno Socialista es un Gobierno firmemente comprometido con la sostenibilidad y, especialmente con la movilidad sostenible. Un compromiso expresado con hechos, realidades e inversiones. Un compromiso que podemos contrastar con lo realizado por otros gobiernos, pero que como mirando al pasado no vamos a resolver los problemas del presente y mucho menos los retos del futuro no lo vamos a hacer. Lo que si debemos hacer es ser conscientes de que el transporte, todavía hoy, consume el 90% del petróleo en nuestro país, y reducir este alto porcentaje es un reto de todos. Actuemos.
La crisis económica influye en todos los sectores del país, también, sobre nuestra política de transporte.
Esta situación económica hace, y además nos obliga a acelerar, que la apuesta por la movilidad sostenible y, más concretamente, por el transporte público, debe potenciarse. Hace también, que la apuesta por el ferrocarril, que es el transporte más eficiente desde el punto de vista energético, sea una apuesta estratégica acertada para el conjunto del país.
Si echamos la vista atrás, desde el 2004 se han invertido en España 50.000 M€ en transporte ferroviario. Para este 2011, el 60% del presupuesto del Ministerio de Fomento (7.700 M€) se destina a inversiones en infraestructuras ferroviarias. Nuestro país ya hace una apuesta inteligente por el liderazgo en la alta velocidad ferroviaria y por las múltiples rentabilidades que este transporte ofrece de mejora de la competitividad, de preservación ambiental, de calidad de vida y de reequilibrio territorial. Esta apuesta por la alta velocidad está acompañada además por la inversión que se está realizando en transporte por mercancías a través de un plan que conecta mediante este tipo de transporte nuestros puertos y principales centros logísticos, y por el impulso de los servicios de cercanías a través de planes específicos para las principales áreas metropolitanas de nuestro país. Unos servicios que desde el 2004 han recibido del Estado más de 4.600 M€ para su funcionamiento.
Por tanto, el Gobierno Socialista es un Gobierno firmemente comprometido con la sostenibilidad y, especialmente con la movilidad sostenible. Un compromiso expresado con hechos, realidades e inversiones. Un compromiso que podemos contrastar con lo realizado por otros gobiernos, pero que como mirando al pasado no vamos a resolver los problemas del presente y mucho menos los retos del futuro no lo vamos a hacer. Lo que si debemos hacer es ser conscientes de que el transporte, todavía hoy, consume el 90% del petróleo en nuestro país, y reducir este alto porcentaje es un reto de todos. Actuemos.
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