"Cada año hay 600.000 denuncias por
violencia machista,
700 mujeres han sido asesinadas por su
pareja en la última década,
¿cómo es posible que estos datos no
provoquen una revolución social?
¿Alguien se imagina lo que pasaría si
cada año se matan a
70 políticos, 70 periodistas.....?"
Miguel Lorente, médico forense y
exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género
Una de las
contribuciones de las que más orgullosa me siento de mi paso por el Congreso de
los Diputados es, la participación, el impulso y la aprobación de la Ley
Integral contra la Violencia de Género; y de eso… ya han pasado 10 años!! Ya
que el próximo 28 de diciembre se cumplen diez años de la aprobación por el
Pleno del Congreso de los Diputados de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de
diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Tuve el placer y el honor de participar tanto en su elaboración, dentro de la
comisión mixta de los derechos de la mujer y la igualdad de oportunidades, como
votando SI en el pleno del Congreso. Una Ley que supuso un revulsivo respecto a
la violencia de género en todos sus aspectos y que es un modelo internacional.
Una Ley que ponía negro sobre blanco en el avance de derechos para la mujer y
en luchar contra la violencia machista.
Recuerdo aquel
día con mucha ilusión, alegría y satisfacción por el trabajo bien hecho, un
trabajo en colaboración con muchas asociaciones y ONG de mujeres y de
feministas que llevaban años luchando contra esta lacra social y que, aprobar
esta Ley, suponía un gran paso y un reconocimiento al trabajo de mucha gente y
durante muchos años. Esta Ley, es un paso más, que las mujeres comprometidas
con la causa de defender y avanzar en derechos de igualdad de oportunidades, debemos
al Presidente Zapatero, un presidente que hizo mucho por la igualdad entre
hombres y mujeres; de ahí su apodo, ZP el Presidente Feminista, apodo del que
se siente especialmente orgulloso.
Ese momento en
el hemiciclo, cuando el Presidente del Congreso Manolo Marín anunciaba la
aprobación de esta Ley, es uno de los más emocionantes que recuerdo, el
Gobierno y el grupo socialista en pie aplaudiendo y mirando a la tribuna de
invitados donde estaban todas esas mujeres y feministas que llevaban muchos
años soñando con este día.
Una Ley que
después de diez años, aún es referente en el marco internacional, de ahí que el
pasado 15 de octubre, España recibió en Ginebra una de las menciones de honor
del Premio de Políticas de Futuro (Future Policy Award 2014) que las
instituciones ONU Mujeres, World Future Council y la Unión Interparlamentaria
conceden a las mejores leyes y políticas del mundo que persigan poner fin a la
violencia ejercida contra las mujeres y las niñas. Ya que han considerado que
la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de
Género, es una de las más importantes y eficaces normas para combatir y
erradicar la violencia sexista en todo el mundo. Una violencia que califican
como una de las formas más generalizadas de abuso contra los derechos humanos.
En estos diez
años de andadura se han desmontado los prejuicios de aquellos detractores de
esta lucha, como eran las “denuncias falsas”, puesto que en la última Memoria
de la Fiscalía General del Estado se recoge que “El escaso porcentaje de causas
incoadas cada año por delito de acusación o denuncia falsa… supone un 0,018%,
suficientemente elocuente para rebatir las voces que se alzan en torno a la
prevalencia de las “denuncias falsas” en materia de violencia sobre la mujer.”
El balance que
se hace de la aplicación de las medidas desarrolladas por esta Ley Integral,
demuestran la necesidad de mantener el consenso social y político, para
culminar su desarrollo; sin embargo, y a pesar del reconocimiento
internacional, las mujeres continuamos sufriendo violencia de género y el
número de asesinatos aumenta. Solo durante el mes de agosto, ocho mujeres
fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas, la cifra más elevada de los
últimos cuatro años.
Y ¿por qué
aumentan los asesinatos a mujeres? En gran medida, debido a que desde que el PP
llegó al Gobierno, puso freno a la aplicación y desarrollo de esta Ley, ya que
ha desaparecido el principio de igualdad del discurso político y la violencia
de género de sus prioridades. El PP, ha sacado sus tijeras en las medidas de la
Ley integral, y rebaja las partidas presupuestarias en materia de igualdad en
general (un 33% menos) y de violencia de género en particular (un 22% menos).
Pero no sólo se ceba en el recorte económico, sino que además, tiene a esta ley
amenazada constantemente, puesto que todas las reformas legislativas que
impulsa atentan contra el espíritu y buena parte del articulado de esta Ley.
Una Ley que era integral y transversal, es decir, que implicaba en la lucha
contra la Violencia de Género a todo el Gobierno, que ponía la igualdad y el
avance en los derechos de la mujer, en todos y cada uno de los ministerios:
educación, sanidad, trabajo, asuntos sociales, … Pero el PP, que con la excusa
de la crisis económica está imponiendo un modelo ideológico que considera a las
mujeres como uno de los sectores sociales más vulnerables, ha olvidado el
carácter transversal de esta Ley y en leyes como la Ley Orgánica 8/2013, de 9
de diciembre, LOMCE o Ley Wert, o la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de
racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, la lucha contra
esta lacra social, se les ha olvidado. Como por ejemplo, en la Reforma Local
impuesta por el PP, califica como impropias las competencias que los
Ayuntamientos y Entidades Locales ejercían en labores de Igualdad y Violencia
de Género, con lo cual la atención de las mujeres ya no es una función de los
servicios públicos, despreciando la labor que ejercían de detección, denuncia y
apoyo específico los servicios sociales municipales o comarcales, que son
además los más cercanos y accesibles para las mujeres en esos momentos de
sufrimiento e inseguridad.
Así que, hoy 25
N, se hace necesario redoblar los esfuerzos contra la violencia de género,
volver a colocarla como prioridad política y exigir que se restituya el sistema
de protección para las mujeres víctimas y todos los recursos y medidas que ha
ido desmantelando en los últimos años el Gobierno de Rajoy.